martes, 10 de septiembre de 2013

Los ases de la baraja



Los partidos han ido definiendo sus listas de candidatas y candidatos a ocupar curules en la Asamblea Legislativa.  Los pequeños partidos no tienen mayores problemas:  la escogencia de los nombres es tarea del candidato designado y un pequeño grupo de allegados.  Lo demás es puro ritual, para cumplir con lo que señala el Código Electoral.

En partidos como Liberación Nacional o Acción Ciudadana, la escogencia es complicada, porque incluye negociaciones en diversos niveles.  Es un ejercicio que a veces resulta espinoso, porque casi nunca se pueden conciliar los diversos intereses en juego.  Sin embargo, en el PLN generalmente “la sangre no llega al río”, porque es un partido con vocación de poder, que ha ganado muchas elecciones y tiene buenas posibilidades de ganar la competencia de febrero de 2014.  Así que los conflictos se disimulan, el tono se atenúa y las huestes se colocan más o menos ordenadamente detrás del candidato ganador de la contienda interna.

En la Asamblea que acaba de pasar, se logró esquivar, no sin algunos dramas, la incómoda situación originada en el recurso de amparo electoral presentado por una militante del Partido, por supuestas anomalías en el proceso de renovación de estructuras.  Recurso que también, dicho sea de paso, puso en jaque al TSE, que al final salió bien del trance, no frenando la Asamblea, pero si impidiendo que participaran en ella las personas que habían sido designadas a dedo por el candidato Araya.  Una especie de solución salomónica.

De dicha Asamblea salieron los nombres de las personas que el PLN postula en las siete provincias del país.  Esta vez el candidato apostó por nombres que le aseguren una bancada con mayor homogeneidad que la actual, si llegara a ganar las elecciones.  No quiere que se repita la experiencia sufrida por Chinchilla, que inició su gobierno con una fracción con lealtades divididas, entre Zapote y Rohrmoser.  También una fracción con gente de experiencia, que ha pasado por la Asamblea y sabe de qué se trata el asunto; pero no una fracción con descollantes figuras del mundo político intelectual, salvo en el caso de Carlos Arguedas. 

¿Lealtad, experiencia, continuismo serán suficientes para atraer los votos de un electorado rejego, con un importante componente joven?  Liberación ha mostrado sus ases; también lo han hecho otros partidos.  Queda el PAC, cuya Asamblea se realizará a fines de mes.  Eso podría significar una ventaja, siempre y cuando lograra presentar listas en las diferentes provincias integradas con una combinación de prestigio, experiencia y juventud.  La regla de no reelección imperante en ese Partido no debe operar como un obstáculo para alcanzar una adecuada selección.

El PAC tiene la posibilidad de dar un golpe e impactar positivamente a un electorado descreído, pero, ¿dejarán maniobrar con libertad al candidato Solís los diferentes y disímiles grupos e intereses presentes en ese Partido?

No hay comentarios:

Publicar un comentario