martes, 28 de mayo de 2013

Hacia el catorce



A escasos ocho meses de las elecciones de febrero de 2014, el panorama electoral sigue siendo precario.  El candidato de Liberación Nacional, Johnny Araya, se mantiene a la cabeza de las preferencias de las personas que afirman que votarán en esas elecciones; pero como ese grupo todavía no es suficientemente grande, aún no logra alcanzar el 40% necesario para ganar las elecciones, según algunas de las encuestas.  La mayoría de las personas entrevistadas se muestra escéptica frente al escenario electoral que empieza a armarse con la concurrencia de ésta y otras candidaturas.

Objetivamente hay condiciones para que el PLN sufra una aplastante derrota en el 2014.  El descontento con el gobierno de Laura Chinchilla se ha generalizado, y es notorio el cansancio de la mayoría ciudadana con la corrupción y los errores acumulados en dos administraciones seguidas del PLN.  Además, la imagen que proyecta Araya no parece ser lo suficientemente convincente para una colectividad desconfiada y harta.  Los yerros del gobierno de Chinchilla, sobre todo los últimos, repercuten negativamente sobre sus aspiraciones presidenciales, y su estrategia de “silencio a medias” frente a esos acontecimientos, esperando que no lo relacionen y que pronto se olviden, puede resultarle muy cara.  Porque este es un gobierno del PLN y, él su candidato para las próximas elecciones.

Sin embargo, ninguno de los partidos de oposición parece estar hoy día en condiciones de aprovechar la situación y arrastrar a la mayoría electora.  No pueden hacerlo hasta ahora, porque, por un lado, el manto del descontento con la política también los cubre, y por el otro, porque candidatos y precandidatos carecen del carisma y de la potencia de un discurso capaz de vencer la inercia ciudadana.  No se puede olvidar su pobre desempeño en la Asamblea Legislativa.

Son candidatos con bases de apoyo todavía muy débiles, razón por lo que pensamos que les va a costar mucho salir de las bajas posiciones que hoy ocupan en las preferencias de las y los potenciales electores.  Falta aún por definirse la situación del PAC, pero no parece que esa definición vaya a influir en forma determinante en la configuración del panorama electoral.  Su “cuarto de hora” ya pasó, aunque podría resurgir de las cenizas para el 2018, si logra elegir el próximo año un grupo de diputados y diputadas, que aunque pequeño, influya en forma determinante en el accionar de la Asamblea, por su nivel político intelectual y su identidad con un planteamiento partidario realista de centro izquierda.

Un escenario político que provoca desazón porque el país necesita no solamente nuevas caras en el gobierno y las instituciones, sino también planteamientos realistas, y la mayoría de los partidos carece de ellos.  Pero hay mucho material valioso elaborado por grupos pensantes de ciudadanas y ciudadanos esperando ser retomado por candidatos y partidos.  Como se dice:  ¡para luego es tarde!

martes, 21 de mayo de 2013

El avión, el avión



Mejor hubieran pagado de su propio peculio los pasajes de avión para un viaje privado a Perú, para asistir a la boda de uno de los hijos del vicepresidente Liberman.  Porque el viaje en el jet de la empresa THX Energy le ha salido carísimo al gobierno:  ha provocado una seria crisis interna, que precipitó nada menos que la caída de tres de las personas de mayor confianza de la presidenta Chinchilla.

Repito, un viaje privado cuyo carácter se ha intentado disfrazar aduciendo que se trataba de una visita oficial al presidente peruano Humala, para discutir asuntos relacionados con el tratado de libre comercio y la admisión de Costa Rica a la APEC, que es básicamente una organización de países de la cuenca del Océano Pacífico, donde también participan algunos de América Latina.

Mucho se ha hablado y escrito sobre este episodio que parece tener más cola que la que se ha visto hasta ahora.  Me parece, sin embargo, que hay cosas que han quedado de lado o sobre las cuales no se ha insistido mucho, como la “parafernalia del poder”, es decir, el conjunto de comportamientos, símbolos, costumbres y rituales, destinado a reforzar el poder de quienes ocupan los altos cargos de la administración.  Por eso se visten de una manera particular, viajan en autos o aviones especiales, son escoltados por motorizados, se les otorga un tratamiento especial, se les aleja de las gentes comunes y se vuelven prácticamente intocables.  Por supuesto que hay asuntos de seguridad que no se pueden despreciar, pero se exagera en la mayoría de los casos, porque el ejercicio del poder así lo exige.

Viajar en un avión especial forma parte de esta parafernalia.  Y como en Costa Rica no hay avión presidencial, pues entonces se recurre a las “cortesías” de empresas y gobiernos que disponen de tales aparatos, sin hacer muchas preguntas, como ha quedado en evidencia.  Usar un vuelo regular en un avión comercial, aunque se viaje en primera, aparentemente disminuye la imagen autoconstruida por quienes ejercen el poder, y que es alimentada por quienes se mueven a su alrededor.

La segunda cosa que me interesa destacar es la confusión entre lo público y lo privado que parece acechar a quienes ocupan altos cargos públicos.  Si no se tienen los pies sólidamente en la tierra, rápidamente se olvidan que son solamente administradores por un tiempo de bienes que pertenecen al conjunto de personas que viven en el país, y que no deben usarse, como en el caso que nos ocupa, para satisfacer intereses personales.

Esta historia del viaje presidencial a Perú me ha hecho recordar aquella vieja serie de televisión “La isla de la fantasía”, en la que actuaban Ricardo Montalbán y el pequeñito  Hervé Villechaize (Tattoo), ambos fallecidos.  La isla era un lugar en medio del océano, a donde arribaban hombres y mujeres que buscaban cumplir sus fantasías personales.  ¿Será ese el único motor que anima a quienes batallan por llegar al gobierno de Costa Rica?

martes, 14 de mayo de 2013

Un tufo conservador



En su informe anual a la Asamblea Legislativa, la Presidenta dijo que esperaba que a través del diálogo se pudieran resolver las diferencias entre grupos y sectores de la población, para cumplir con el mandato de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de abrir a las mujeres que así lo deseen, la posibilidad de la fecundación in vitro, y para reconocer los derechos básicos fundamentales de las parejas del mismo sexo.

La verdad es que el gobierno no ha estado realmente abierto a discutir esos asuntos e impulsar las reformas necesarias en la Asamblea Legislativa.  No han formado parte de su agenda de prioridades y así lo hizo saber varias veces la propia Presidenta.  Precisamente por eso se tuvo que llevar el asunto de la FIV hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde el gobierno esperaba un fallo positivo para sus posiciones.  Si se hubiera querido resolver mediante el diálogo, otro camino se habría tomado.

Ciertamente, no son asuntos fáciles de trasladar a conocimiento de la Asamblea, dado el tufo conservador que emana de Cuesta de Moras, y que procede en mayor o menor medida de todas las fracciones, con la excepción del Frente Amplio.  Las demás están fuertemente contaminadas por el virus del conservadurismo:  la mayoría de la fracción del PLN, más de la mitad de la del PAC y la del ML, toda la del PASE y seguramente la mayoría también de diputados y diputadas del PUSC.  Y ni que hablar de Avendaño y Orozco.

Así que aún cuando hubiera una voluntad presidencial de discutir dichos asuntos en el ámbito legislativo, la carencia de una base suficiente de apoyo para iniciarla lo habría dificultado.  Probablemente ese ha sido un elemento adicional que ha pesado para dejar de lado los temas señalados en las negociaciones para integrar un directorio legislativo.  No sabemos si dentro de esas negociaciones, además de cargos y prebendas, los grupos más conservadores de nuestro alicaído parlamento han exigido sacar de la agenda la FIV y las uniones de personas del mismo sexo.

En todo caso, la verdad es que este gobierno no se ha caracterizado por su talante negociador con perspectiva de mediano y largo alcance.  La Presidenta dijo en su informe que esa era una apreciación equivocada, y que en todo caso iba a revisar sus acciones y realizar los cambios que fueran necesarios.  Bienvenido el acto de contrición, aunque un poco tardío ciertamente.  Porque la realidad es que este gobierno y el anterior, han permanecido anclados en una lógica de construcción de mayorías, con base en la negociación por debajo de unos voticos por acá y otros por allá, hasta completar 29 o 38, según sea el caso.

Solamente si se deja atrás esa lógica y se asume la realidad del complejo presente, podremos avanzar en eso que llaman “visión país”.  Las reformas institucionales que se piden a gritos no servirán de nada si permanecemos anclados en un pasado político que hace rato que espiró.

martes, 7 de mayo de 2013

El 1 de mayo y la insignificancia



Me pregunto sobre el significado, para la mayoría ciudadana, de los actos que se suceden en la Asamblea Legislativa cada 1 de mayo.  Seguramente poco o ninguno.  Esa mayoría permanece ajena a las intrigas de palacio y a las carreras de última hora en busca de alianzas para apuntalar el control del directorio, y tampoco le interesa el mismo informe presidencial.  El ritual legislativo de ese día solamente importa a parte de la clase política, que vive con pasión lo que ahí pasa, sin consciencia de su insignificancia para el común de la gente.

Con esa aclaración paso a un análisis breve de lo ocurrido.  En primer lugar la integración del directorio, resultado de las contradicciones internas de la fracción del PLN, del veto presidencial a la candidatura de Luis Gerardo Villanueva, y a los juegos de poder con el candidato designado Johnny Araya y con lo que queda del declinante liderazgo de Rodrigo Arias.  ¿Quién logró imponerse?  ¿Por cuáles razones llega a la presidencia un diputado de “bajo perfil”, como él mismo se ha calificado?  Las respuestas por ahora solamente pueden darse con base a especulaciones, debido a la cerrazón con que se manejan estos asuntos.

El nuevo directorio legislativo refleja también la caída del PLN.  Sin posibilidad de hacer alianza con nadie más, tiene que ceder, sin sonrojarse, tres puestos a esos partidos, dos de ellos importantes.  En otras palabras, debe recurrir a los votos comprados:  ¿de qué otra manera se pueden calificar estas alianzas basadas en el otorgamiento de cargos y seguramente de prebendas que no se publicitan?  Solamente así podría llegar a la vicepresidencia Carlos Avendaño, a la secretaría Martín Monestel y a una de las prosecretarías Justo Orozco.  ¿Cuáles son sus méritos como legisladores para estar donde están?  Hay que señalar que tanto Avendaño como Orozco han anunciado que mantendrán sus posiciones conservadoras en torno a la fecundación in vitro y a las uniones entre personas del mismo sexo, pese a lo dicho por la presidenta Chinchilla en su informe anual.

En fin, que no son alianzas construidas a partir de proyectos y propuestas de política pública de interés general, porque esos “aliados” realmente carecen de visiones de ese tipo.  Representan intereses muy concretos, que se satisfacen con algunas dádivas y el desempeño de cargos para satisfacer egos. 

Otro aspecto digno de mencionarse es la reaparición del Ministro de la Presidencia como vocero de la fracción, porque es él quien anuncia los acuerdos logrados y la candidatura de Mendoza a la presidencia.  ¿No era que había autonomía de los poderes?  Porque, vamos, no somos ingenuos y sabemos que el manoseo existe pese a la pretendida autonomía; pero por lo menos se podrían preservar las formas.  Todavía dos días después de la llamada sesión solemne de la Asamblea, el ministro sigue haciendo anuncios públicos relativos al funcionamiento del directorio