martes, 7 de agosto de 2012

¿Recula el conservadurismo?


Me gustaría responder categóricamente que sí. Pero como en las cúpulas del gobierno y de las instituciones públicas predominan todavía las mentalidades conservadoras, con honrosas excepciones desde luego, no se puede afirmar que la sociedad costarricense ha dado el salto y que nos encontramos en una situación cualitativamente diferente.
 
A pesar de eso, no se puede negar que hay avances significativos. Una encuesta telefónica realizada a finales de abril pasado por el Centro de Estudios e Investigaciones Políticas de la UCR, mostraba un distanciamiento entre las opiniones ciudadanas y las acciones del gobierno en materia de fecundación in vitro y uniones entre personas del mismo sexo. Una mayoría criticaba abiertamente el manejo del gobierno de esos temas.

Los resultados de la última encuesta de la empresa UNIMER, publicados por La Nación, indican que la brecha abierta continúa ensanchándose, pese a la ofensiva conservadora de la jerarquía de la Iglesia Católica y de un sector de las iglesias evangélicas. Ahora el 77% de las personas entrevistadas apoya el programa de educación sexual que está implementando el MEP; el 55% está de acuerdo con la fertilización in vitro y el 51% considera que los diputados manejaron mal el proyecto de uniones entre personas del mismo sexo.

En ese escenario, sin embargo, la Sala Constitucional toma una decisión que frena parcialmente los programas del MEP, y traslada el conflicto desatado entre cristianos conservadores y ese Ministerio, a la esfera de lo privado. Seguramente no pocos padres tendrán que enfrentarse a sus hijos por la prohibición para asistir a las clases de educación para la sexualidad. Aparte del hecho de que dichas lecciones forman parte de los programas de ciencias, como los chicos y chicas que van a recibir estas clases se acercan a la mayoría de edad, me pregunto si la resolución de la Sala no entra en contradicción con los derechos de las y los adolescente de recibir información válida científicamente sobre un tema vital para ellos en esa etapa de sus vidas. Derechos versus conservadurismo, ¿qué predominará?

Mientras tanto, la Casa Presidencial, en una reacción conservadora, maneja mal el asunto de la conducta privada de la Viceministra de Cultura, y la convierte ante los ojos de la opinión pública en doble víctima. De paso reforzando la imagen de chapucería en las decisiones que tienen que ver con actuaciones de altos funcionarios, y, lo que es peor, que no se mide con la misma vara a hombres y mujeres. Si se quería aprovechar lo sucedido para mostrar la firmeza ausente en otros sonados casos, pues el tiro salió por la culata.

Con más de treinta mil personas marchando en esos días con demandas diversas, y con los resultados de una encuesta que colocan al gobierno casi cayendo al abismo, hacía falta pausa, cabeza fría, manejo de escenarios. Pero nada de eso ocurrió aparentemente.

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