martes, 31 de mayo de 2011

¡Indignados!

La prensa internacional ha informado sobre un movimiento protagonizado fundamentalmente por jóvenes, que tomó desprevenidos a los partidos políticos españoles, enfrascados en los preparativos para las elecciones que se celebraron el 22 de mayo, con los resultados conocidos. Este movimiento, denominado “Democracia real ya” o 15-M, tomó la céntrica plaza madrileña del Sol y plazas de otras ciudades, en una especie de interpelación ciudadana hacia la sociedad, los partidos y el estado españoles.

En el manifiesto dado a conocer dicen lo siguiente: “Somos personas normales y corrientes. Somos como tú: gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, gente que tiene familia y amigos. Gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean. Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos… Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos, empresarios, banqueros… Por la indefensión del ciudadano de a pie.”

Es un movimiento que abarca un conjunto social de personas de diversas clases sociales, desempleados, subcontratados, con trabajo en precario, jubilados con bajas pensiones, emigrantes explotados, pese a que muchos de ellos, sobre todo los jóvenes, son graduados de carreras técnicas o tienen títulos universitarios y hablan varios idiomas. Estos últimos son los llamados mileuristas, porque pasaron por la universidad pero sus salarios no superan los mil euros, cantidad que apenas les alcanza para pagar una vivienda colectiva y mal comer.

Pero la protesta está también dirigida contra un estado de cosas que les parece inaceptable, y que abarca los privilegios de la clase política, la crisis de representación, el gasto militar, la calidad de los servicios públicos, las reformas que recortan derechos sociales, el control de las entidades bancarias y el resguardo de las libertades ciudadanas. En su página en Internet, dicen lo siguiente: “Acusamos a los poderes políticos y económicos de nuestra precaria situación y exigimos un cambio de rumbo.”

Es difícil prever si esta protesta logrará mantenerse más allá del momento de las elecciones regionales y locales españolas, y provocar un fuerte impacto sostenido en la política y en el conjunto de la sociedad. Por ahora han llamado suficientemente la atención sobre la difícil situación que enfrentan y han introducido aire fresco en el enrarecido ambiente político europeo, porque en otras ciudades de ese continente se han producido movimientos similares.

¡Me pregunto si en Costa Rica no hay ya suficientes motivos para sentirnos más que indignados, sobre todo después de lo acontecido últimamente en el gobierno central, la Asamblea Legislativa y el poder judicial!

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