martes, 12 de marzo de 2013

Aumentar el número



El gobierno ha anunciado el envío a sesiones legislativas extraordinarias de cuatro proyectos de reforma institucional, derivados del informe de la Comisión Presidencial sobre Gobernabilidad Democrática.

Entre las reformas a la Constitución Política que se proponen, se toca el espinoso asunto de la integración de la Asamblea Legislativa. Se plantea reformar el artículo 106, manteniendo el número de diputados en 57, pero reformando su forma de elección: 42 por distritos electorales uninominales y 15 electos en un único distrito nacional, con base en un sistema proporcional, presumiblemente igual al que se usa en la actualidad. Se introduce además la posibilidad de reelección de los diputados hasta un máximo de tres períodos consecutivos, y la revocatoria del mandato.

La propuesta en su conjunto hay que analizarla con pinzas; pero hay que discutir el asunto y tomar decisiones porque estamos atrasados en la puesta al día de las instituciones que conforman nuestro sistema político. Avancemos entonces despacio y con buena letra, porque medias reformas o cambios hechos a la medida de intereses partidistas podrían complicar la situación. En otras palabras, que sin un adecuado diagnóstico y una serena discusión sobre lo que mejor conviene al conjunto social, la medicina propuesta podría más bien agravar al paciente.

La ciudadanía quiere intervenir más en la conformación de las fracciones legislativas. No quiere votar solamente por las listas cerradas y bloqueadas que presentan los partidos cada cuatro años. Se intenta responder a esas inquietudes con los distritos uninominales, es decir, agrupaciones de votantes definidas por un conjunto de criterios –habrá que ver que se propone al respecto--, que eligen solamente un diputado entre los candidatos y candidatas que los diferentes partidos presentan: el que saca el mayor número de votos es electo.

La experiencia internacional muestra que sin mecanismos de compensación, los votos en estos distritos tienden a favorecer desproporcionadamente a los partidos de mayor arraigo. Se propone entonces la lista de diputados nacionales. Pero si solamente son quince, eso significa que con un padrón electoral de 3.011.866 electores, se necesitaría poco más de 200 mil votos para que un partido logre obtener un diputado o diputada. Es decir, que el mecanismo también tiende a favorecer las grandes agrupaciones. Aunque se utilice un sistema de distribución proporcional, los pequeños partidos saldrán perjudicados.

No es políticamente correcto proponer el aumento del número de diputaciones, dado el desprestigio de la Asamblea Legislativa. Pero para mejorar la representación y dar cabida a las diferentes corrientes de pensamiento político presentes en el país, es necesario plantearse el asunto del número: mantener 57 por distritos electorales y elegir unos 30 por un único distrito nacional. Seguiremos hablando sobre el tema en otras columnas.

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