Sentado, mirando la entrevista que le hiciera a Justo Orozco en
Telenoticias su directora, la periodista Pilar Cisneros, no podía dejar de
pensar en las mejores películas de Cantinflas, el gran cómico mexicano. Solo
que Cantinflas decía lo que decía para divertir, pero Orozco lo dice en serio.
Si sus actuaciones no perjudicaran, como lo hacen, a grupos concretos de
costarricenses, podría pasar a la historia política del país como un mal
chiste; pero lamentablemente, como hemos dicho, no es así. Es un indicador más
del profundo bache en que ha caído la Asamblea Legislativa. Me pregunto: ¿los
sinceros creyentes cristianos no católicos se ven reflejados en Orozco de
alguna manera? ¿Y los católicos?
Definitivamente Rodrigo Arias está dispuesto a pasar la página, dejar
atrás al gobierno de Chinchilla y concentrarse en la candidatura para el 2014.
No lo dice abiertamente, pero sí con sus acciones. Si consigue la candidatura
presidencial en marzo, como posiblemente lo hará, doña Laura podría enfrentar
tempranamente el peligro de la irrelevancia política durante el resto de su
gobierno. Porque la fracción del Partido y la mayoría de los ministros fijarán ojos
y atención en lo que diga y haga Arias.
Ottón Solís ha anunciado que se retira por un tiempo de la Comisión
Política del PAC. Se baja del tren y espera el siguiente, el que transporte al
candidato del Partido a las próximas elecciones. Una pausa conveniente para él
y para la Comisión. Seguramente seguirá opinando e influyendo en las decisiones
de los órganos del PAC, pero la tensión interna podría disminuir. ¿Y si no se
vuelve a subir al tren?
Después de su viaje a Europa, doña Laura volvió a la carga en el asunto
de la trocha fronteriza, pero esta vez para atajar las críticas y defender lo
hecho, señalando que se trata de una obra en construcción, que no hay errores,
aunque sí “faltantes”, y que dejemos de darle armas al “enemigo”. ¿Haciendo de
nuevo lo del avestruz?
Lo de la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (ARESEP) no huele
bien: aumentos de salarios por encima de lo decretado para el sector público,
muchos funcionarios contratados en los últimos cinco años, elevado pago del
alquiler de un edificio en Guachipelín, y los gastos en consultorías
disparados. Según se ha dicho, este año ARESEP tiene presupuestado invertir más
de ¢1.300 millones para contratar servicios externos. Se siguen gastando sin
ton ni son los dineros que pagamos por impuestos y demás.
Finalmente, la Caja sigue dando de qué hablar: medicamentos que se
compran a destiempo y por sumas muy por encima de su precio real; pacientes sin
acceso a medicinas por más de un año, y 53.792 mamografías pendientes –aunque
las autoridades dicen que son menos--, con el consiguiente perjuicio para la
salud de miles de aseguradas. ¿Hasta cuándo tendremos que esperar para que los
problemas de la Institución se solucionen?
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