martes, 7 de mayo de 2013

El 1 de mayo y la insignificancia



Me pregunto sobre el significado, para la mayoría ciudadana, de los actos que se suceden en la Asamblea Legislativa cada 1 de mayo.  Seguramente poco o ninguno.  Esa mayoría permanece ajena a las intrigas de palacio y a las carreras de última hora en busca de alianzas para apuntalar el control del directorio, y tampoco le interesa el mismo informe presidencial.  El ritual legislativo de ese día solamente importa a parte de la clase política, que vive con pasión lo que ahí pasa, sin consciencia de su insignificancia para el común de la gente.

Con esa aclaración paso a un análisis breve de lo ocurrido.  En primer lugar la integración del directorio, resultado de las contradicciones internas de la fracción del PLN, del veto presidencial a la candidatura de Luis Gerardo Villanueva, y a los juegos de poder con el candidato designado Johnny Araya y con lo que queda del declinante liderazgo de Rodrigo Arias.  ¿Quién logró imponerse?  ¿Por cuáles razones llega a la presidencia un diputado de “bajo perfil”, como él mismo se ha calificado?  Las respuestas por ahora solamente pueden darse con base a especulaciones, debido a la cerrazón con que se manejan estos asuntos.

El nuevo directorio legislativo refleja también la caída del PLN.  Sin posibilidad de hacer alianza con nadie más, tiene que ceder, sin sonrojarse, tres puestos a esos partidos, dos de ellos importantes.  En otras palabras, debe recurrir a los votos comprados:  ¿de qué otra manera se pueden calificar estas alianzas basadas en el otorgamiento de cargos y seguramente de prebendas que no se publicitan?  Solamente así podría llegar a la vicepresidencia Carlos Avendaño, a la secretaría Martín Monestel y a una de las prosecretarías Justo Orozco.  ¿Cuáles son sus méritos como legisladores para estar donde están?  Hay que señalar que tanto Avendaño como Orozco han anunciado que mantendrán sus posiciones conservadoras en torno a la fecundación in vitro y a las uniones entre personas del mismo sexo, pese a lo dicho por la presidenta Chinchilla en su informe anual.

En fin, que no son alianzas construidas a partir de proyectos y propuestas de política pública de interés general, porque esos “aliados” realmente carecen de visiones de ese tipo.  Representan intereses muy concretos, que se satisfacen con algunas dádivas y el desempeño de cargos para satisfacer egos. 

Otro aspecto digno de mencionarse es la reaparición del Ministro de la Presidencia como vocero de la fracción, porque es él quien anuncia los acuerdos logrados y la candidatura de Mendoza a la presidencia.  ¿No era que había autonomía de los poderes?  Porque, vamos, no somos ingenuos y sabemos que el manoseo existe pese a la pretendida autonomía; pero por lo menos se podrían preservar las formas.  Todavía dos días después de la llamada sesión solemne de la Asamblea, el ministro sigue haciendo anuncios públicos relativos al funcionamiento del directorio

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