martes, 6 de noviembre de 2012

Las cartas echadas



Tal parece que las cartas están echadas en Liberación Nacional (PLN), en lo que a candidaturas se refiere. Eso, por supuesto, si nos atenemos a los resultados de la última encuesta de la firma UNIMER, que se realizó entre el 3 y el 11 de octubre pasado.

Los resultados son conocidos: Johnny Araya obtiene una considerable ventaja sobre Rodrigo Arias, en los tres escenarios contemplados en la encuesta. Si la convención del PLN se hubiera realizado en esas fechas, Araya, aparentemente, sería el ganador indiscutible del proceso de selección de candidato.

Sin embargo, las cosas no son tan claras aún. Falta poco más de cinco meses para la convención, y, como Arias no se da por vencido, seguramente asistiremos a un cambio de estrategia en su campaña, porque, pese al dineral gastado en propaganda, los resultados obtenidos son sumamente desfavorables.

Arias salió a la ofensiva, ante las preguntas de periodistas, lo que hace pensar en un endurecimiento de su campaña. En otras palabras, que no sería raro que estuviéramos a las puertas de una campaña, no precisamente limpia, dirigida a debilitar la imagen pública de Araya. Son muchas las posibilidades de que ocurra un fuerte intercambio entre los dos contendientes, con cañonazos de uno y de otro lado, y con el empleo de armas tramposas usadas en el pasado en procesos similares no muy lejanos. La debilidad del campo opositor al PLN, que hasta ahora no constituye un peligro de cara a las elecciones de 2014, paradójicamente podría elevar el nivel del enfrentamiento interno.

¿Llegará la sangre al río? Es difícil afirmarlo, pero si ese fuera el caso, el ganador de la convención de abril próximo podría encontrarse al final del proceso con un Partido debilitado y dividido. Porque aún cuando el PLN sigue siendo la principal fuerza política del país, su caudal electoral está a la baja. La encuesta citada indica que los simpatizantes de Liberación son ahora el 26% del total. Un porcentaje que no debe extrañar, porque la mayoría de la gente no olvida que el actual gobierno es de ese Partido, pese a que los precandidatos procuran disimularlo.

Esa es la razón por la cual el 63% de las personas encuestadas afirmó que no votaría por ninguno de los precandidatos mencionados, entre los cuales aparecía todavía José María Figueres. Este, finalmente, con dolor, según se deduce de sus declaraciones, desistió de presentar su nombre, dejando de lado el jueguito en que nos tuvo desde su regreso al país en diciembre pasado.

Un globo hinchado gracias a la exposición mediática gratuita que logró mantener con sus idas y venidas. Un globo que finalmente se desinfló, y es posible que lo mismo le suceda a la mentada “Vía Costarricense”, que hasta ahora no ha pasado de ser una página Web con escaso movimiento.“No quiero ser presidente”, afirmó, pero en realidad lo que debió haber dicho es que se retiraba porque la mayoría ciudadana no quiere que él vuelva a ser presidente.

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